El juez chileno Mario Carroza ordenó enviar muestras de restos óseos del poeta y premio Nobel Pablo Neruda a la Universidad de Murcia en España, donde serán sometidos a pruebas toxicológicas para determinar si el vate fue envenenado por la dictadura de Augusto Pinochet.

“Se autoriza la toma de muestras óseas de Pablo Neruda para su análisis estructural y bioquímico y su remisión a dependencias del Servicio Externo de Ciencias y Técnicas Forense de la Universidad de Murcia, España, bajo la supervisión del Doctor Aurelio Luna Maldonado”, señala la resolución judicial a la que tuvo acceso la AFP.

El juez solicitó a Luna Maldonado “la realización de acciones y exámenes asociados a la diligencia como Difracción de Rayos X, Microscopia de Scanning, Estudio de proteínas en hueso, Estudio de lípidos y lipoproteínas, y todas aquéllas que sean necesarias para el cumplimiento de la diligencia”.

“Es una pericia muy importante y que nos dará la certeza científica que necesitamos en uno u otro sentido”, dijo a la AFP el abogado y sobrino de Neruda, Rodolfo Reyes.

Las pericias toxicológicas en España se realizarán paralelamente a los estudios que fueron encargados a la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, para determinar si los restos contienen algún tipo de toxina que pudiese haber acelerado la muerte del poeta.

“La petición de un segundo laboratorio la hicimos nosotros para que no haya ninguna duda sobre lo que le ocurrió a Neruda en septiembre de 1973 y para que toda la sociedad llegue a una conclusión en este tema”, afirmó el abogado.

Oficialmente, la muerte de Neruda se atribuye al agravamiento de un cáncer de próstata, pero tras la afirmación de su exasistente personal, Manuel Araya, de que pudo ser envenenado, se investiga si fue asesinado por agentes de la dictadura de Pinochet.

El cuerpo del poeta fue exhumado el pasado 8 de abril, diligencia a la que asistió el tanatólogo español Luna Maldonado.

Las primeras pericias confirmaron que el poeta padecía un cáncer avanzado de próstata, pero aún no están disponibles los resultados de los análisis toxicológicos.

El juez Carroza ordenó además interrogar a los médicos procesados por la muerte del expresidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970), quien murió en la misma clínica de Neruda nueve años después, según ha determinado ya la justicia, por la introducción paulatina de sustancias tóxicas.

Reyes informó este miércoles que solicitó también la ubicación de las enfermeras que se desempeñaban en la Clínica Santa María en 1973, para que sean interrogadas por el juez Carroza y contribuyan a dilucidar qué médico trató a Neruda en sus últimas horas.