El Presidente de La República, Sebastián Piñera junto al Ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter y al Comandante en Jefe del Ejército, General Juan Miguel Fuente-Alba encabezaron el tradicional rito militar del Juramento a la Bandera.

Este año, a nivel país, fueron 12.952 efectivos que Juran a la bandera, -de ellos 221 oficiales, 853 suboficiales, 1.076 alumnos, 1.276 soldados de tropa profesional y 9.535 soldados conscriptos-, a fin de garantizar la Defensa, Seguridad y Paz de la nación, en un acto de compromiso que emula a los héroes del Combate de La Concepción, donde 77 soldados, en una de las hazañas más valerosas de la historia militar de Chile, mantuvieron heroicamente alzada la bandera hasta entregar su vida por la patria.

Cada año, los hombres y mujeres que se incorporan a las filas del Ejército juran a la Bandera, en un simbólico acto que rememora ese hecho de armas y que constituye un legado permanente de honor y gloria a quienes son “los mártires del deber militar”, tal como lo hicieras el personal de la Dirección General de Movilización Nacional en el Campo Militar de Peñalolén.

Para Rosa Oliva, madre de un soldado conscripto voluntario, ver a su hijo le llenó de orgullo.

La historia tras el juramento a la bandera

Cuenta la historia que fue un 9 y 10 de julio de 1882, cuando 77 jóvenes al mando del Capitán Ignacio Carrera Pinto, entregaron el mayor ejemplo de amor a la Patria. En inferioridad numérica, resistieron heroicamente en el Combate de La Concepción, ofrendando sus vidas por un ideal superior.

El primer Juramento a la Bandera se realizó en la ciudad de Talca, donde se proclamó la Independencia, por parte del General Bernardo O’Higgins Riquelme y las fuerzas patriotas.

Servir fielmente a la Patria hasta rendir la vida si fuese necesario, estas son las palabras que resumen la esencia del juramento que los jóvenes soldados realizan ante Dios y la Bandera el 9 y 10 de julio. En estos días se comprometen, alzando su mano derecha hacia el Estandarte de Combate, a cumplir las leyes y reglamentos y poner todo el empeño en ser soldados valientes, honrados y amantes de su patria.

Este juramento lo realizan, ante sus familiares, los oficiales y clases cuando son destinados a su primera unidad, los alumnos de las escuelas matrices, luego de sortear con éxito su primera etapa en la formación militar; y los soldados conscriptos, en quienes simboliza el paso de ser ciudadano común, a un defensor de la Patria.