La encuesta internacional de Transparencia Internacional muestra un aumento en el mundo, y también en Chile, de que a juicio de la ciudadanía la corrupción ha empeorado en los últimos dos años.

Creo que es un síntoma más de la crisis de un sistema institucional que ya no da el ancho, que ahoga la participación ciudadana y que ha “secuestrado” la voluntad popular a través de representantes cada vez menos representativos.

En esa línea, el anuncio de que la oposición parlamentaria y Renovación Nacional llegaron a un acuerdo para reformar el sistema binominal es, sin duda, una luz de esperanza.
Aunque sea por instinto de superviviencia, ante un panorama que puede ponerlos en jaque .
Un cambio electoral no es la solución, pero sin él toda solución a la crisis de legitimidad parece imposible.