Los 10 ejecutivos de Salcobrand, Farmacias Ahumada y Cruz Verde que participaron en la colusión para subir los precios de 222 medicamentos para combatir el parkinson, diabetes, epilepsia, asma, reumatismo, fármacos como anticonceptivos y antibióticos, estaban felices.

Lograron no ser condenados, no ser prontuariados, no ser calificados como delincuentes, pagando.

El 9 de agosto de 1888 se terminó con el voto censitario en Chile. Hasta ese día había que tener dinero, un patrimonio, para poder votar. Hoy, en pleno siglo XXI, existe una justicia censitaria. Si los formalizados no hubieran tendido dinero habrían sido condenados. Esto es contrario a los principios de justicia, a la igualdad ante la ley, al Estado de Derecho.