La zona euro evalúa este lunes la entrega de fondos frescos a Grecia tras el acuerdo preliminar alcanzado entre la troika y las autoridades griegas en una reunión que analizará también la situación política en Portugal.

“Los funcionarios de la Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyeron su misión en Grecia”, indicó un comunicado divulgado este lunes.

La misión de expertos alcanzó un acuerdo preliminar con las autoridades griegas sobre las reformas económicas y financieras” que el país debe hacer para recibir el resto del rescate, añadió.

Pero aún no está claro si la zona euro desbloqueará los 8.100 millones de euros, parte del rescate internacional concedido a Grecia. Los europeos exigen una reforma estatal y administrativa, que prevé el despido de miles de funcionarios y su movilidad, a cambio de la ayuda.

Durante los últimos días, el gobierno de Antonis Samaras y los enviados de la Troika negociaron a contrarreloj con el objetivo de alcanzar un pacto antes de la reunión del Eurogrupo, la última antes del verano boreal.

“La Troika y las autoridades griegas consideran que las perspectivas económicas están conformes a los pronósticos, que prevén un retorno gradual del crecimiento en 2014″, dice el comunicado. “El futuro no obstante continúa siendo incierto”, precisó. En particular, debido al “retraso de ciertas políticas” para disminuir el gasto público.

Grecia se comprometió a suprimir 4.000 empleos públicos antes de fin de año y a redesplegar cerca de otros 25.000. Pero el nuevo ministro encargado de estas reformas, Kyriakos Mitsotakis, ya advirtió que necesita más tiempo para los recortes.

De no recibir el dinero antes de septiembre, Grecia tendrá que emitir letras del Tesoro para financiarse. Varios responsables europeos adelantaron que una solución podría ser la entrega del dinero a cuentagotas.

En lo que parece ser una nueva reedición de esta prolongada crisis europea, los ministros examinarán además el acuerdo político en Portugal, tras una crisis política que volvió a sacudir los mercados.

Solucionar la crisis en Portugal es clave para los europeos. El país ha sido hasta ahora el buen alumno del bloque que cumplió a rajatabla la cura draconiana de austeridad, aprobando cada una de las reformas y recortes exigidos solicitados por Bruselas, pese a un creciente descontento social.

Presionado por sus socios europeos y los mercados financieros, el primer ministro, Pedro Passos Coelho, alcanzó un “acuerdo político” con su socios de la coalición de derecha en el Gobierno, luego de una semana turbulenta provocada por la renuncia de dos ministros clave, de Finanzas y de Exteriores.

La crisis política puso en el tapete los problemas del país para frenar su endeudamiento (con una deuda pública cerca del 120% del PIB), una censantía galopante (cerca del 20%) y una recesión más fuerte y prolongada de la prevista.

A lo largo de la semana, responsables europeos han instado a Portugal a que prosiga sus esfuerzos para reducir el déficit, como lo exigen los acreedores internacionales, a cambio del rescate de 78.000 millones de euros, concedido en 2011 y que que debe concluir en junio de 2014.

Bruselas ya le ha dado más tiempo para reducir el déficit y la devolución de los préstamos concedidos. Pero no ha sido suficiente.

Tanto los sindicatos como los empresarios critican que las reformas, recortes presupuestarios y subidas de impuestos sin precedentes, no han hecho más que agravar la recesión, el déficit y el desempleo.

El Eurogrupo prevé al menos dar su visto bueno al programa de rescate financiero a España y ya adelantó que no cree que el país necesite más de los 41.000 millones de euros (de los 100.000 millones de euros que le fueron concedidos), para sanear su banca.

Pero Grecia y Portugal muestran que pese a las declaraciones optimistas de algunos dirigentes, la crisis europea está lejos de su final.

Y que habrá que esperar hasta las elecciones alemanas de septiembre para acelerar los compromisos europeos.