Un grupo de vecinos de Lirquén esta mañana se tomó la ruta entre Concepción y Tomé y la cortó, en ambas direcciones, en protesta contra un Terminal Marítimo para Gas Natural Licuado.

El proyecto busca habilitar un depósito para recibir, descargar, almacenar y regasificar, además de transportar el combustible a tierra con un gasoducto subterráneo de 2.4 kilómetros.

La inversión alcanza los mil 500 millones de dólares y comenzará a operar en 2017.

El gas se importaría de EEUU para recibirlo en Lirquén e inyectarlo al Gasoducto del Pacífico, que lo llevará hasta Bulnes, donde se levantará una Central Termoeléctrica de Gas Natural de ciclo combinado, con precios un tercio más barato, ahora, que el argentino, con potencia para generar mil 140 megawatts, con lo que será la más grande de su tipo en el país.