La Orquesta Filarmónica de Santiago cumplió una excelente labor en el séptimo concierto de abono de la Temporada Internacional del Teatro Municipal de Santiago, denominada ‘Encuentro de Gigantes’, en que sobresalió, una vez más, el músico ruso Konstatntín Chudowsky, Director Titular de la agrupación.

La parte central del programa fue dedicada a la la Sinfonía n.º 6 en si menor, Op. 54 de Dmitri Shostakóvich compuesta en 1939, y estrenada en Leningrado el 21 de noviembre de ese año, por la Orquesta Filarmónica de Leningrado dirigida por Evgeni Mravinsky.

La Filarmónica lució en pleno en esta obra, con brillo en sus cuatro familias instrumentales y solistas, además de una impecable conducción de Chuswsky.

Esta Sinfonía, considerada como, puramente instrumental, se completó en septiembre de 1939. Sobre ella, Shostakóvich comentó en la prensa: “El carácter musical de la Sexta Sinfonía será diferente del estado de ánimo y el tono emocional de la Quinta Sinfonía, en la que eran característicos los momentos de tragedia y tensión. En mi última sinfonía, predomina la música de tipo contemplativo y lírico. Quería transmitir en ella el estado de ánimo de la primavera, la alegría, la juventud”.

En el comienzo de la programación, se presentó como solista, el pianista –también ruso- Alexei Volodin, para ofrecer el Concierto N° 1 de Johannes Brahms, en que exhibió brío y buen conocimiento técnico, pero dureza sobre el teclado. Fue muy aplaudido y brindó como ‘encore’, la hermosa composición ‘Suaño de Amor’ de Liszt’.

Volodin, quien a mediados de semana ofreció un brillante recital en el Municipal, es un pianista de gran trayectoria, se ha presentado en el Concertgebouw de Ámsterdam, Tonhalle de Zurich, Barbican Centre de Londres, Lincoln Center, Théâtre des Champs Élysées, Salle Pleyel de París y Konzerthaus de Viena, y ha colaborado con directores como Lorin Maazel, Riccardo Chailly, David Zinman, Carlo Rizzi, Semyon Bychkov y Marek Janowski.

El Concierto para piano y orquesta n.º 1 en re menor, op. 15, de Johannes Brahms fue estrenado el 22 de enero de 1859 en Hanóver, obra fue compuesta después de un prolongado período de gestación, como muchas obras del compositor alemán,, especialmente su primera sinfonía. Durante este tiempo, Brahms pasó de una sonata para dos pianos a una sinfonía, hasta decidirse finalmente por el formato de concierto.