Estimados BioBioChile:

Junto con saludarles me dirijo a ustedes comenzando por explicarles que no me caracterizo por contar mis problemas a extraños y/o a los medios públicos, y si he llegado a este punto es porque me encuentro desesperada frente a mi situación actual, la que me ha motivado a buscar apoyo en alguna entidad que pueda interceder por la salud de mi hijo que viene en camino.

Llevo en mi trabajo actual casi ocho años, este corresponde a una empresa que le entrega servicios de reposición de mercadería a supermercados, actividad que implica el traslado de cajas con mercadería desde repisas a gran altura hasta la sala de ventas de dichos recintos.

Debido a los esfuerzos a los que me expuse, poco después de las doce semanas de gestación comencé con síntomas de pérdida, por dicha razón el doctor me instruyó reposo, obedeciendo por el respeto y bienestar que merece mi futuro hijo.

Hasta esta fecha y aludiendo reposo injustificado e informe inconsistente, el Compin me ha rechazado sistemáticamente todas las licencias posteriores al 22 de abril del presente año, cabe señalar que en ningún caso se me ha realizado una evaluación a mi estado por parte de esta institución, ante esto me pregunto ¿bajo cuál condición alguien sin realizar una evaluación tiene la capacidad de argumentar que tal o cual persona no justifica un reposo médico?

Me es difícil entender que alguien atreva a cuestionar una licencia médica de un embarazo de 20 semanas, dejando al completo desamparo el periodo gestacional de una mujer, esto agravado con el hecho de las constantes negativas ante reuniones con las autoridades del Compin para que me entreguen una solución a mi problema.

Me es preciso comentarles que aún en esta etapa cuando las madres deberían tener una buena alimentación, calidad de vida y armonía, a mí se me ha vuelto un verdadero tormento, al punto de sentirme en la obligación de abandonar mi hogar y allegarme a la vivienda de un familiar en busca de sustento alimenticio.

Esto sumado a que debo mantener a mi hijo de 13 años, por lo que concluyo que sólo una acción maldadosa puede llevar a que alguien niegue tan importante derecho, como es satisfacer y resguardar las necesidades fisiológicas de una madre y sus hijos, más aún considerando el auspicio entregado por nuestro jefe de estado en pos de la natalidad, ofreciendo apoyo a matrimonios y parejas que no pueden concebir una familia, y así poder hacer crecer nuestra nación.

A mi entender, los servicios médicos son una atención y derecho ciudadano, por cuanto deduzco que estos deberían estar fiscalizados por la seremi competente y de ninguna forma debería endosarse la responsabilidad a un ciudadano que poco o nada puede hacer para resguardar sus derechos.

De hecho, el Compin tiene en su poder los documentos que acreditan mi incapacidad laboral, como las licencias médicas, exámenes que acreditan mi diabetes gestacional y un certificado del Consultorio O’Higgins que sugiere la no concurrencia a terapias de rehabilitación laboral.

Es más, el último pago por concepto de licencia médica fue efectuado el día 9 de mayo por la suma de $98.000.

Esperando la urgente solución que requiere mi problema,

Se despide atentamente

Carolina Arriagada Campos.