Señor Piñera:

Tengo 71 años. Soy un jubilado por invalidez y vivo con un escaso sueldo, dinero al que le sumo la pensión que obtiene mi “viejita” de 74 años, como profesora básica jubilada. No obstante, las enfermedades que ambos padecemos nos llevan cerca de 100 mil pesos de nuestros ingresos.

Ambos somos hipertensos, con diabetes y además, a mi señora le detectaron un quiste en el cerebro, por lo que debe estar constantemente yendo y viniendo del hospital, a lo que se suman los remedios específicos para ella por este padecimiento que es inoperable, y que debe tomar de por vida.

Pero como si fuera poco, uno de sus brillantes ministros, el señor Lavín, decidió recortarnos 50 mil pesos del sueldo de mi señora y 45 mil del mío. Ahora entre ambos tenemos que arreglarnos con alrededor de 345 mil pesos, que en rigor son sólo 245 mil, porque el resto se lo “comen” las farmacias.

El cambio lo hicieron porque según había gente que mintió en la Ficha de Protección Social, así que hicieron una recalificación. Y pagamos justos por pecadores.

Según dijo el propio señor Lavín, el 2025 van a haber más adultos mayores que menores de 15 años, y si sigue así la cosa, nuestra calidad de vida se va a ir a las pailas (disculpando la expresión).

Dedicamos toda una vida a trabajar y aportar a nuestro país con esfuerzo y pagando impuestos diariamente, por lo tanto lo mínimo que merecemos es que se nos trate con dignidad.

Los políticos se llenan de promesas para las clases más vulnerables, pero olvidan que la ficha de protección social es inaplicable para gente como nosotros de la clase media, que pese a recibir un dinero “decente”, no incluye en su medición gastos propios que los adultos mayores tenemos que incurrir, especialmente en medicamentos.

Porque de pasada, para nadie es un misterio que las farmacias tienen un verdadero monopolio de los remedios en este país. Y si no fuera por los Bioequivalentes (algo bueno, entre tanta sinvergüenzura), sería más terrible la situación.

Y no creo ser el único que piensa así, sino revise cuánta gente apoyó a Ricarte Soto con su marcha por los medicamentos, fueron miles a lo largo del país.

Molesta que las decisiones se tomen en base a números. Yo no soy una estadística, soy una persona con derechos y deberes, estos últimos los cumplo, pero ¿cumple el Gobierno con mis derechos?

¿Qué pasaría si a usted, o al señor Lavín le recortáramos un 20% de su sueldo? A lo mejor nada, total tiene su vida asegurada gracias a sus acciones, pero igual, piénselo señor Piñera, un 20% suyo me serviría para más de un año de medicamentos.

Yo voté por usted, pero dudo que con esto vuelva a elegirlo en una futura elección y así como yo cuántos jubilados más.

Espero su respuesta, no con anuncios, ni con bonos, sino con leyes que protejan de verdad a los adultos mayores.

Hernán Caamaño Sobarzo