La crisis en el oficialismo tras los resultados de las primarias se agudiza, pese a que las autoridades regionales ponen paños fríos. El Intendente del Bío Bío desestimó que los sufragios apuntaran a evaluar la reconstrucción, al momento en que se cuestiona su liderazgo; el que no se tradujo en un triunfo de Pablo Longueira en el Bío Bío. Renovación Nacional, en tanto, insiste en mayores espacios de poder, al constatarse la fuerza electoral a través del triunfo de Andrés Allamand, en la zona.

Este viernes será clave en el Bío Bío. El Intendente recibirá a Renovación nacional y sus líderes, que por estos días exigen mayores espacios de poder en correlación con los resultados electorales que dejaron a su presidenciable Andrés Allamand por sobre el UDI Pablo Longueira.

Las voces de petición de renuncia de la máxima autoridad regional y de malas evaluaciones de la reconstrucción, conclusiones que se sacan después del resultado electoral, fueron enfrentadas por el Intendente.

Víctor Lobos desestimó ambos puntos, pero sí asumió que debe ser él el articulador de un sector que a todas luces está dividido, en la interna de la UDI y ahora también ellos contra RN.

La vocera regional Pilar Gutiérrez, erradicó cualquier posibilidad de solicitud de renuncia al intendente.

El dirigente de la UDI, consejero regional Claudio Arteaga, bajó el nivel a las disputas internas.

Lo cierto es que la voz discordante sigue siendo Jacqueline Van Rysselberghe, la ex intendenta quien evidenció desde el minuto posterior a los resultados de las primarias, el escenario interno de división y sigue con ventilador dando cuenta de magros resultados del gobierno regional.

A su vez Renovación Nacional asumió su rol de vencedor e incluso elabora petitorio ante el Intendente para traspasar la fuerza electoral hacia ubicaciones de poder que reflejen su liderazgo local recientemente obtenido en las urnas.