El fabricante de cosméticos japonés Kanebo fue condenado por haber obligado a una empleada a llevar orejas de conejo como castigo por sus malos resultados comerciales, indicó este jueves la prensa.

La mujer de 61 años trabajaba en la prefectura de Oita (suroeste de Japón) y denunció a la empresa después de haberla dejado.

Sus jefes le habían obligado a llevar varios disfraces, entre ellos unas orejas de conejo, para castigarla por no haber cumplido sus objetivos de venta. Además cuatro responsables de la empresa tomaron fotos y luego las enseñaban durante sesiones de formación interna, indicó el periódico Mainichi Shimbun.

La exempleada sufrió depresión y el tribunal condenó a Kanebo a una compensación de de 220.000 yenes (1,1 millones), aunque la empresa pagó finalmente una indemnización mayor, según la prensa.