Uno de los métodos utilizados en cerca de la mitad de las fertilizaciones in vitro (FIV) incrementa ligeramente las posibilidades de que el niño concebido de esa manera desarrolle retraso mental, revela un estudio internacional publicado en Estados Unidos.

Los investigadores del Reino Unido y Estados Unidos estudiaron específicamente a 30.959 niños nacidos a partir de la técnica de fertilización in vitro de una muestra de 2,5 millones nacidos en Suecia entre 1982 y 2007, indicó el estudio publicado en la revista científica Journal of the American Medical Association (JAMA).

En comparación con otros niños, estos “bebés de probeta” no mostraron más probabilidades de ser autistas, pero el riesgo de retraso mental fue un 18% superior.

Sin embargo, esta alza desapareció cuando los investigadores tuvieron en cuenta los problemas a menudo asociados con los nacimientos múltiples, que son comunes en los casos de fertilización in vitro.

Los investigadores compararon luego seis diferentes métodos de fecundación in vitro utilizados en Suecia, así como la posibilidad de utilizar embriones congelados.

El único procedimiento que se destacó fue el llamado Inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), una técnica para corregir la infertilidad masculina que implica la inyección de un único espermatozoide en un óvulo.

Los niños nacidos a partir de ese procedimiento, tanto a través de embriones frescos como congelados, tenían un riesgo 51% más alto de incapacidad intelectual que los nacidos mediante otros tipos de FIV, o un aumento de 62 casos a 93 casos por cada 100.000.

Desarrollado en 1992, el ICSI se recomienda para la infertilidad masculina y se utiliza actualmente en cerca de la mitad de todos los tratamientos de fecundación in vitro.

Unos cinco millones de niños han nacido como resultado de la FIV en todo el mundo entre 1978 y 2012.

“Al estudiar por separado los diferentes métodos utilizados para la fecundación in vitro, llegamos a la conclusión de que la FIV tradicional es segura”, dijo Sven Sandin, del Instituto de Psiquiatría del Kings College de Londres, coautor del estudio.

“Pero una FIV que implique el método ICSI (…) está relacionada con un mayor riesgo de retraso mental y autismo en los niños”, dijo.

Marcelle Cedars, de la Universidad de California en San Francisco, instó a seguir estudiando las implicaciones de la FIV en un editorial publicado junto al estudio.

“El número de niños nacidos como resultado de la FIV seguirá aumentando y aún queda mucho por aprender acerca de las consecuencias a largo plazo. Comprender y eliminar incluso un pequeño riesgo de desarrollar problemas mentales son objetivos importantes”, concluyó.