El presidente norteamericano, Barack Obama, se mostró “profundamente preocupado” por la destitución del presidente Mohamed Mursi en Egipto este miércoles y manifestó que urge un rápido retorno del gobierno civil electo en ese país.

Obama dijo también que ordenó una revisión de las implicaciones legales que pueda tener sobre la ayuda estadounidense a Egipto el golpe de Estado contra el primer presidente civil egipcio democráticamente electo.

El ejército egipcio, que mantiene estrechas relaciones con el Pentágono, ha recibido 1.300 millones de dólares este año en ayuda militar.

“Llamo a los militares egipcios a ceder toda la autoridad rápidamente y de manera responsable a un gobierno civil democráticamente electo a través de un proceso abierto y transparente”, dijo Obama en un comunicado, luego de una reunión con sus asesores en seguridad nacional en la Casa Blanca.

El ejército reemplazó el miércoles a Mursi por el jefe del Tribunal Supremo Constitucional, Adly Mansur, hasta la celebración de elecciones presidenciales anticipadas, según anunció su jefe, el general Abdel Fatah al Sisi, sin precisar la duración de este periodo de transición.

“Durante este periodo de incertidumbre, exigimos al ejército garantizar que los derechos de todos los egipcios sean garantizados, sobre todo el derecho a la reunión pacífica y el derecho a procesos justos e independientes en tribunales civiles”, dijo Obama, al llamar a “todas las partes a evitar la violencia y a unirse para asegurar el retorno duradero de la democracia”.

“Estados Unidos sigue creyendo firmemente que la mejor base para una estabilidad duradera en Egipto es un orden político democrático con la participación de todos los partidos políticos”, agregó Obama.