La banda británica se vio forzada a cancelar los seis conciertos que tenían agendados en Europa, luego que el médico recomendara reposo al carismático líder, Lemmy Kilmister.

A sus 67 años, el bajista y dueño de una de las voces más importantes del rock, debe someterse al cuidado médico luego que se le introdujera un desfibrilador por sus problemas cardíacos. Hace unos días, se le detectó un hematoma que le obligó a extender su descanso.

“Quiero agradecer a todos quienes se han preocupado por mi. Fue una decisión difícil, porque no me gusta decepcionar a los fans, sobre todo cuando la economía anda mal y la gente gasta su dinero para vernos”, dijo Lemmy en un comunicado de Motörhead.

Sin embargo, la banda espera volver a los escenarios en septiembre. “A veces no nos queda otra que obedecer las órdenes del doctor, pero tengan por seguro que volveremos y patearemos el culo a todo el mundo”, prometió el hombre de la respetada voz.

Pese a ese buen ánimo, el baterista Mikkey Dee contó a Classic Rock que la salud de Lemmy se ha deteriorado y la tristeza lo ha invadido. “Es como cortarle las manos a un pianista”, dijo.

Lemmy se ha transformado en una leyenda viviente por su trayectoria, fundamental para el nacimiento del thrash metal a fines de los ’70, y por los mitos que elevan su figura. Precisamente, una de esas historias decía que si dejaba su alto consumo de alcohol, su salud se vería gravemente afectada.

http://youtu.be/KAbKZcrSPUY