En esta obra, Hernán Rivera Letelier nos muestra el mundo de las fiestas y los malones en las salitreras, cómo la gente se divertía, amaba y odiaba en las noches del desierto más duro del planeta.

“Era feo, feo de solemnidad, pera era también el más grande bailarín que nunca se haya conocido en el desierto nórtico. Fernando Noble llegó a Coya junto a su mujer, Ana Santa Fe, en busca de trabajo. Consiguió un puesto de sereno en el polvorín, un cargo que nadie quería. Su «don del movimiento» quedó en evidencia en su primera fiesta en el Salón Grande. Vestido con uno de sus anacrónicos ternos a rayas, dejó pasmados a los asistentes con los pasos y poses de su primer baile. «Esa noche supimos que la ley de gravedad no corría para el Feo, que bien podía bailar con una vaca de exposición y hacer parecer que esta flotaba en sus brazos». Y si bien hasta ahí todo parecía sonreírle, la enfermedad de su mujer y algunas otras vueltas de tuerca le pusieron la vida patas arriba. A partir de entonces nada fue igual para el Feo. Ni un nuevo amor ni su pasión oculta por el ballet lograron enmendar su destino heredado de sus padres, dos artistas tocados por el fracaso. Además de mostrarnos una estrafalaria fauna de personajes que habitaban —habitan aún— las pistas de baile del mundo —porque esto es un tema universal—, en esta historia de prosa bailable: rítmica, melódica y armoniosa”, señala Rivera.

Hernán Rivera Letelier.

Talca, 1950. Su novela La Reina Isabel cantaba rancheras fue premiada por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura en 1994, y es una de las obras literarias de más vasta difusión de la narrativa chilena reciente. Luego publicó: Himno del ángel parado en una pata, Premio Consejo Nacional del Libro y la Lectura en 1996, Fatamorgana de amor con banda de música (1998), Premio Municipal de Novela; el libro de cuentos Donde mueren los valientes (1999); Los trenes se van al purgatorio (2000), Santa María de las flores negras (2002), Canción para caminar sobre las aguas (2004), Romance del duende que me escribe las novelas (2005), El Fantasista (2006), Mi nombre es Malarrosa (2008), La contadora de películas (2009) y El arte de la resurrección, por la que en 2010 obtuvo el Premio Alfaguara de Novela. Todas han sido reeditadas varias veces en Chile, Argentina, México y España, y sus traducciones han sido publicadas en Francia, Italia, Alemania, Grecia, Portugal y Turquía. Además, su obra La contadora de películas ha sido traducida a más de quince idiomas y se hará una película sobre la misma. En 2001, Rivera Letelier fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura de Francia.