Al menos 46 personas murieron y más de 160 resultaron heridas este martes en una serie de ataques y atentados en Irak, dirigidos principalmente contra chiitas, indicaron fuentes de seguridad y médicas iraquíes.

En Bagdad, las explosiones de varios coches bomba afectaron sobre todo a zonas chiitas de la capital, dejando 34 muertos.

“Estaba mirando la televisión cuando hubo una enorme explosión que destruyó una parte de mi balcón”, dijo a la AFP Ahmed Ibrahim, un habitante de Bagdad. “El objetivo de la bomba eran los comercios”, agregó.

Además, cuatro personas murieron a balazos en dos barrios distintos de la capital, indicaron fuentes de seguridad.

Fuera de Bagdad, una explosión en la ciudad de Samawa, donde viven numerosos chiitas, causó la muerte de tres personas y dejó 22 heridos más.

Cerca de Bakuba, al noroeste de Bagdad, un atentado con bomba contra un cortejo fúnebre sunita dejó cuatro muertos y 15 heridos más.

Por último, la explosión de una bomba mató a una persona en Kirkuk.

Por el momento, los atentados no fueron reivindicados, pero grupos sunitas vinculados a Al Qaida llevan a cabo regularmente ataques coordinados contra chiitas.

Irak conoce desde inicios de año un aumento de la violencia, y a la vez una movilización contra el gobierno del Primer ministro chiita Nuri al-Maliki, acusado de acaparar el poder.

El lunes por la noche, ataques perpetrados contra chiitas dejaron al menos 45 muertos en la inestable provincia de Diyala, en el norte de Bagdad.

Según la misión de la ONU en Irak, 761 personas perdieron la vida y otras 1.771 fueron heridas en el país en junio, lo que eleva a 2.518 el número total de muertos en los últimos tres meses.

Por lo menos 112.000 civiles murieron en Irak en los 10 años transcurridos desde la invasión de 2003 dirigida por Estados Unidos, que derrocó a Sadam Husein, según un informe publicado en marzo.