Cientos de profesores y estudiantes universitarios protestaron este sábado en Caracas en dos marchas diferentes: la opositora, con reivindicaciones salariales luego de un mes de paro y huelgas nacionales; y la oficialista, que apoya las políticas educativas del fallecido ex presidente Hugo Chávez.

El primer mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de gira por Nicaragua en la Cumbre de Petrocaribe, llamó este sábado a través de su cuenta de Twitter “a todo el sector universitario a rechazar la manipulación y el saboteo de los políticos de la derecha (la oposición) y a dialogar para entendernos”, escribió.

También reiteró a quienes le apoyan su “compromiso de seguir su desarrollo”.

Por su parte, desde la marcha opositora, Henrique Capriles, que perdió las elecciones presidenciales de abril por 1,49% de votos, declaró al canal de noticias Globovisión que la protesta persiguió la defensa de la autonomía universitaria.

“El gobierno quiere meterle la mano a la universidad, porque ellos saben que no tienen liderazgo, ni popularidad, porque la popularidad era del presidente Chávez”, dijo Capriles.

El paro universitario en Venezuela se inició hace un mes luego de que estudiantes y profesores exigieran al gobierno mejoras en las becas y un aumento por más de 100% de los salarios que reciben para hacer frente a la alta inflación del país, de 20,1% en 2012, la mayor de América Latina.

El nuevo salario mínimo mensual de Venezuela, vigente desde el 1º de mayo de 2013, equivale a 390 dólares (198 mil pesos chilenos) al cambio oficial, algo más bajo que el menor sueldo del sector universitario.

El gobierno anunció la semana pasada que contaba con el presupuesto para honrar las peticiones de los universitarios e incluso Maduro aseguró que se habrían alcanzado acuerdos.

Sin embargo, la protesta se mantuvo, con huelgas de hambre y paros de clases, aún cuando un tribunal de Caracas ordenó la vuelta a las aulas. Estudiantes y profesores argumentan que las discusiones se han dado solo con representantes del sector oficial y que las propuestas siguen por debajo de lo que aspiraban.