Una escultura tamaño real del papa Francisco, realizada en fibra de vidrio y resina, puede verse desde este sábado en el patio contiguo a la Catedral de Buenos Aires, donde Jorge Bergoglio daba misa a diario antes de iniciar su papado.

Ubicada en el centro de un patio cerrado al público pero que se ve a través de rejas desde la acera, la escultura del papa parece sonreír y saluda con la mano levantada, constató la AFP.

La estatua fue colocada junto a otra de dos metros de la Virgen de Luján, patrona de Argentina, que será exhibida en el Vaticano en febrero del año próximo.

La iniciativa forma parte de un proyecto del artista Fernando Pugliese de instalar diferentes esculturas de tamaño natural en la vía pública y en sitios cerrados relacionados con la vida de Bergoglio en Argentina, que ya forman parte de un recorrido turístico ofrecido en Buenos Aires.

“A Jorge Bergoglio lo conozco desde hace 14 años. Siempre lo admiré y me fascinó su personalidad tan humilde. Ahora quiero llevar la filosofía papal de hermandad y amor a todas las personas que recorran la ciudad”, dijo Pugliese a la prensa.

Desde que Bergoglio fue elegido sumo pontífice el 13 de marzo, se potenció el atractivo turístico y religioso de la Catedral, ubicada frente a la histórica Plaza de Mayo y donde ofició como arzobispo durante 15 años.