El gobierno uruguayo anunció el viernes que otorgará tres aviones de la ex aerolínea Pluna valuados en 46 millones de dólares y un préstamo de 15 millones para la puesta en marcha de Alas-U, compañía formada por ex trabajadores de la aerolínea de bandera uruguaya que quebró en 2012.

El memorándum de entendimiento autoriza la “enajenación de tres aviones Bombardier (CRJ900), de la ex Pluna a la firma que han formado los trabajadores”, dijo el secretario de la Presidencia uruguaya, Homero Guerrero, en conferencia de prensa.

Alas-U tendrá un plazo de 10 años para pagar los 46 millones de dólares, con 3 años de gracia para abonar la primera cuota.

A su vez, el Poder Ejecutivo, por intermedio del Fondes -Fondo para el desarrollo-, “otorga un financiamiento de 15 millones de dólares” al proyecto. La nueva aerolínea recibirá, además, algunas de las frecuencias que tenía la compañía que quebró en julio de 2012.

Guerrero acotó que los otros cuatro aviones que pertenecían a Pluna serán vendidos, aunque aún no están fijados los detalles de la operación.

El 1 de octubre pasado, la empresa española Cosmo ofertó 137 millones de dólares en una subasta pública por los siete aviones, pero días después desistió de la compra.

Pluna operaba 253 vuelos semanales entre Argentina, Brasil, Chile y Paraguay. Sin embargo, aún no está decidido cuáles de esos destinos van a ser cubiertos por la nueva aerolínea.

Para el representante de la central de trabajadores (PIT-CNT), Marcelo Abdala, la firma del documento llena de “alegría” al movimiento sindical.

En principio, el Estado dudó de otorgar los aviones a Alas-U por informes jurídicos que aseguran que las aeronaves pueden estar involucradas en juicios de la ex Pluna.

Sobre el tema, Guerrero señaló que el PIT-CNT se comprometió a “conversar con los trabajadores de la región” para que no entorpezcan el camino Alas-U, ya que “la mayoría de los juicios” por la “que corren riesgos los aviones son demandas entabladas por juicios laborales”.

La nueva aerolínea podría comenzar a volar entre octubre y noviembre de este año.

La decisión del gobierno del izquierdista José Mujica de acelerar el proceso de quiebra de Pluna fue cuestionada por la oposición política y por los extrabajadores, y limitó la conectividad aérea del país.