El exciclista estadounidense Lance Armstrong, desposeído por dopaje de los siete Tours que ganó entre 1999 y 2005, declaró este viernes en una entrevista con el periódico Le Monde que “es imposible ganarlo sin dopaje”, en la víspera del comienzo de la 100ª edición de la carrera.

“Es imposible ganar el Tour de Francia sin doparse debido a que es una prueba de resistencia en la que el oxígeno es fundamental”, explicó Armstrong.

“Por poner sólo un ejemplo, la EPO no va a ayudar a un esprínter a ganar los 100 metros, pero puede ser determinante para un corredor de 10.000 metros. Es obvio”, dijo el estadounidense.

Armstrong recalcó durante la entrevista con el diario francés que él no había “inventado el dopaje”.

“Existe desde la antigüedad y existirá siempre. No acabará jamás”, sentenció.

Interrogado en la cadena de televisión BFM sobre estas declaraciones, el exciclista francés Bernard Hinault, ganador de cinco ediciones de la carrera francesa, denunció que hay cierto interés por “matar el Tour”.

“Hay que dejar de pensar que todos los ciclistas son matones, drogadictos…A mí me entristece escuchar todo esto. Pienso que cuando la gente haga exactamente lo que tiene que hacer, es decir controles reales en todos los deportes, nos vamos a reír un poco”, explicó Hinault.

“Debemos dejar de decir que es cultural…¡No es así! Hay muchos jóvenes ciclistas que pasan los controles, pero la sospecha está siempre. Pensemos en otra cosa, que hay una bicicleta y muchos jóvenes”, concluyó visiblemente contrariado.

Armstrong vio en octubre como la Unión Ciclista Internacional (UCI) le desposeía de la mayor parte de sus victorias después de un informe de la Agencia Americana contra el Dopaje (Usada) en el que se presentaban cientos de evidencias de que se dopó sistemáticamente durante su carrera.

El estadounidense, que en enero reconoció los hechos en un programa de televisión, señaló que este año intentará “ver la carrera por televisión alguna vez”.

Armstrong también opinó sobre el reciente caso del francés Laurent Jalabert, del que se conoció esta semana que consumió EPO durante el Tour de 1998.

“Ah ‘Jaja’ (Jalabert), con todo el respecto que le tengo, está mintiendo. Será mejor que evite hablar de Ferrari y de Citroën, él sabe muy bien que Michele (Ferrari) era el médico de la ONCE (equipo de Jalabert) a mediados de los años 90″, explicó.

Finalmente Armstrong reconoció la gravedad de la gran mentira que alimentó durante muchos años. “Nunca jamás podré reparar todo, pero me pasaré la vida intentándolo”, concluyó en el prestigioso diario francés.