A fines de 2012, el estado de Washington (Estados Unidos) legalizó la marihuana para uso recreativo. Esto dio pie a que un granjero de esa zona experimentara con la hierba en pro de su negocio.

De acuerdo a Huffington Post, Jeremy Gross -dueño del criaderoBB Ranch ubicado en Berkshire- alimenta a sus cerdos con raíces, tallos y otras partes de plantas de marihuana porque asegura que le da un “sabor especial” a la carne.

“Le dio un buen sabor. Es como cualquier otra cosa: lo que les das de comer (a los animales) determina su sabor”, explicó el empresario a la agencia AP.

Debido a este toque especial, las carnes que vende Gross son más caras que las comunes. En su carnicería, llamada Pike Place Market ubicada en Seatle, el tocino tiene un valor cercano a los $8.600 el medio kilo y las chuletas cuestan alrededor de $8.500. Todos los productos llevan un sello con un dibujo de hoja de cannabis.

El empresario ganadero cuenta que adquiere la marihuana en el dispensario de marihuana medicinal, Top Shelf Organic. Su director, Matt McAlman dice que el sabor de esta carne no se compara con ninguna. “Sabe como la mejor chuleta de cerdo que hayas probado”, expresó.

La iniciativa ha generado polémica en Estados Unidos, donde John P. McNamara, profesor del Departamento de Ciencias Animales de la Universidad Estatal de Washington, asegura que Gross no debería vender sus productos sin autorización del Gobierno de EEUU, ya que supone la inclusión de una droga en la cadena de alimentación y varios estudios han establecido que el cannabis puede traspasarse a los tejidos.

“De todas las cosas locas que he visto en mis 37 años, esta es una de las más estúpidas que he visto en mi vida”, afirmó.