La dieta “Paleolítica” es un régimen que invita a la persona a comer como el hombre de las cavernas. Surgió en la década del 60 y consiste en un plan de alimentación basado en el remoto periodo.

Los alimentos a ingerir incluyen aquellos que se encontraban en esa época, como pescado, carne, frutas, verduras, frutos secos y raíces, excluyendo a aquellos que actualmente se intervienen por procesos industriales o de conservación, como los lácteos, legumbres, sal o aceites.

Según señalan nutricionistas en un artículo de Scientific American, por un lado, la dieta resulta positiva porque deja de lado los alimentos procesados, los que a aportan pocas proteínas al organismo o aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas. Sin embargo, en la otra cara de la moneda, este modo de comer impide que se ingieran alimentos que son ricos en calcios, fibras o vitaminas.

Para Christina Warinner, de la Universidad de Zurich, los vegetales en la actualidad han cambiado respecto a la era paleolítica. Por ejemplo, vegetales como la coliflor, el brócoli y las coles de Bruselas han ido transformando sus componentes a través de las generaciones.

A juicio de los expertos, quienes siguen la dieta no tienen en cuenta que según la zona geográfica en la que vivía, el hombre del periodo paleolítico era distinto y variaba sus hábitos, de acuerdo al clima y el tipo de suelo, además, las estaciones del año eran diferentes en cada región y, por tanto, también lo era la comida que se hallaba.

“Sabemos que los seres humanos evolucionaron no para subsistir a una única dieta Paleolítica, sino para ser flexibles en la alimentación”, comentó el antropólogo William Leonard de la Universidad del Noroeste en una edición de Scientific American de 2002.

Finalmente, la idea de que la dieta paleolítica como una forma saludable de alimentación y de prevenir enfermedades, como la arterosclerosis a causa del colesterol, se debilita ante el hallazgo de esta enfermedad en el periodo paleolítico, según estudios científicos .

Además, aún si ciertas enfermedades como el cáncer, la diabetes, la obesidad o los problemas cardíacos no eran muy frecuentes en el periodo de las cavernas, ellos enfrentaban otros peligros relacionados con la salud debido al poco desarrollo de la medicina y sus modos de sanación.