Al menos nueve personas murieron en diferentes ataques perpetrados al norte de Bagdad, entre ellos un atentado suicida con un auto bomba, en el marco de una ola de violencia que aviva los temores del retorno a una guerra confesional en Irak.

Estos últimos atentados se producen cuando el país se enfrenta a las tensiones en una zona del territorio que los líderes kurdos desean incorporar a su región autónoma en el norte del país y a un prolongado estancamiento político en Bagdad.

Este sábado en Mosul, un kamikaze detonó un vehículo cargado de explosivos cerca de una patrulla policial que se encontraba en el sur de esta ciudad. La explosión mató a cuatro personas, entre ellas un policía, informaron fuentes médicas y policiales.

Mientras tanto en la ciudad de Tuz Jurmatu, situada en el centro de la zona en disputa entre los kurdos y Bagdad, un hombre armado disparó contra otra patrulla de la policía, matando a tres efectivos e hiriendo a un cuarto, según fuentes médicas y de seguridad.

Asimismo en Tikrit, ciudad de mayoría sunita, militantes dispararon contra jornaleros que esperaban cerca de un silo de grano, matando a dos e hiriendo a otros cuatro, informaron funcionarios.

Irak vive un incremento de la violencia desde comienzos de año, coincidiendo con un aumento del descontento entre la comunidad sunita que, desde diciembre, lleva a cabo protestas contra el primer ministro chiita, Nuri al Maliki.