En 1975 el chileno Leopoldo García junto a su esposa y tres hijas se mudaron a una localidad al sur de Londres luego de que fueran torturados durante la dictadura.

Hoy, con 80 años, sigue luchando para que las víctimas sean compensadas por los abusos a los derechos humanos que sufrieron.

Su abogada, Clara Sandoval, insiste en que los afectados obtengan justicia, es por ello que García pide una compensación que bordea los 87 millones de pesos para su familia y una investigación en contra de los responsables.

“Se están haciendo viejos, y es por eso que exigimos que reciban lo que necesitan, que es justicia”, señaló la jurista a BBC.

Leopoldo García y su familia, así como otros exiliados en Europa, tendrán que esperar hasta octubre para conocer el resultado de sus demandas.