Nuevos antecedentes revelados por la defensa de una de las imputadas, confirmarían que las policías conocían de denuncias contra la Secta de Colliguay antes que estallara el caso a fines de abril.

La semana pasada, el fiscal jefe de Quilpué, Juan Emilio Gatica, confirmó que Carabineros contaba con una constancia de septiembre del año pasado, previa al asesinato del recién nacido, ocurrido en noviembre de 2012, hijo de Natalia Guerra y Ramón Castillo, conocido como Antares de la Luz.

Ahora apareció un correo electrónico, enviado por familiares de una de las imputadas, María del Pilar Álvarez, dirigido al subprefecto Miguel Ampuero, de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales de la PDI, fechado el 28 de diciembre del año pasado.

En este Mail advierten que su hermana menor ha sido reclutada por una secta, identifican a Castillo y su mano derecha, Pablo Undurraga, y le ofrecen el testimonio de una miembro del grupo que desertó.

El abogado Vinko Fodich, defensor de Alvarez, destacó que fue la familia de su cliente la que intentó, sin resultados, alertar a las autoridades.

Finalmente y tras varios operativos de búsqueda y la desarticulación de la secta, el 1 de mayo de este año Castillo fue encontrado muerto dentro de una casona abandonada del Cuzco en Perú.

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