Brasil se preparaba este jueves para una jornada nacional de multitudinarias protestas a pesar de que Rio de Janeiro y Sao Paulo, las dos mayores metrópolis, cancelaron la víspera el aumento del precio del transporte público, una de las principales reivindicaciones de los manifestantes.

Los manifestantes denuncian los multimillonarios gastos de la Copa Confederaciones, que se celebra en Brasil hasta el 30 de junio, y del Mundial de fútbol el año próximo, así como la corrupción en la política brasileña.

Sus reivindicaciones son variadas: reforma del sistema político, aumento del presupuesto para educación y salud y hasta reducción de los salarios de los concejales públicos.

En las redes sociales las convocatorias seguían sumándose en decenas de ciudades. “Fue cancelado el aumento (de los pasajes), ¿pero quien dice que vamos a parar?”, escribió un internauta.

La convocatoria para la protesta en Rio de Janeiro, bajo el lema “Son más que veinte centavos” en referencia al aumento del precio del boleto de autobús, ya contaba con más de un millón de invitados en Facebook, y 250.000 confirmaron asistencia. En Sao Paulo, eran más de dos millones de invitados y casi 300.000 indicaron presencia.

En la capital, una ciudad 10 veces menor que Sao Paulo, medio millón de personas habían sido avisadas a través del evento “Despierta Brasilia” y más de 50.000 indicaron presencia.

“Escuelas del nivel de la FIFA”, pedía otro internauta en referencia a los 15.000 millones de dólares que el gobierno brasileño estima gastar para la preparación del país para la Copa del Mundo de 2014 y la Confederaciones, buena parte para 12 sensacionales estadios.

Los críticos de la Copa también planifican llevar una masiva manifestación hasta el estadio Maracaná de Rio para la final, el 30 de junio.

Las protestas que se iniciaron en Sao Paulo contra el aumento de las tarifas del transporte público, se extendieron en la última semana por todo el país.

El lunes 250.000 brasileños salieron a las calles en las principales ciudades, mayormente en protestas pacíficas, aunque ha habido también saqueos y violencia en varias ciudades.