Conformes con lo logrado hasta el momento con la empresa Iansa se manifestaron vecinos aledaños a la planta, quienes anteriormente habían reclamado por emisiones de contaminantes que provendrían desde la industria.

Por segunda vez Alfredo Araya, residente de calle Alcázar, se reunió en Santiago con ejecutivos de la remolachera, quienes le entregaron un calendario de trabajo que incluye análisis de sus desechos y un plan de descontaminación a implementarse el 2014.

Al respecto, Araya explicó que esta situación los deja tranquilos, ya que si bien la autoridad del ramo no tiene mayores competencias para exigir controles medioambientales a la compañía, la empresa, en el marco de su plan de responsabilidad social, se comprometió con los afectados.

Anteriormente, los vecinos habían reclamado en la seremi de Salud, sin embargo a través de una carta se les respondió que la repartición no cuenta con los medios para efectuar mediciones.

La Radio se contactó con el equipo de comunicaciones de Iansa desde donde indicaron que la empresa ha dado cuenta de “su total compromiso con abordar, de manera prioritaria, el problema que aqueja a los vecinos que viven cerca de su planta de Los Angeles, por lo que estableció una mesa de trabajo con ellos, que considera reuniones quincenales”.

Junto con ello, la compañía agregó que se dispuso “la realización de un estudio de diagnóstico y un plan de avance para lograr una solución permanente, que beneficie a todo el entorno. Las conversaciones se han desarrollado en un clima de entendimiento y buena voluntad, ya que las partes coinciden plenamente en los objetivos buscados: conseguir que la planta y los vecinos convivan de la manera más armónica posible.”