El candidato presidencial del PRO Marco Enríquez-Ominami advirtió que, si el Gobierno insiste en la privatización del borde costero de Chile, la sociedad se va a movilizar, porque no va permitir que, además del mar y los peces, la costa del país pase a manos de privados.

La advertencia del abanderado del PRO hace referencia a un proyecto de ley impulsado por el Ejecutivo, que busca transferir la administración del borde costero desde el Ministerio de Defensa al de Bienes Nacionales, lo que daría pie a una serie de licitaciones de terrenos costeros.

Lo preocupante a su juicio es que, de aprobarse este proyecto, el Estado estaría en condiciones de vender a privados una gran cantidad de hectáreas que reducirían en un 27% la superficie actual del territorio nacional, según proyecciones hechas por el sector acuícola a diciembre del próximo año.

En esta línea, Enriquez-Ominami hizo un llamado al Gobierno de Sebastián Piñera a no equivocarse con este tema y a modificar el objetivo de este proyecto de ley, porque los chilenos podrían movilizarse masivamente una vez más en contra de lo que consideran injusto.

El presidente del PRO prefiere que la propiedad del borde costero siga siendo pública o Estatal, sobre todo considerando que no está muy claro aún que entregando estos espacios a privados se generen rentas.

Tampoco es de la idea de que administración de estos espacios queden inmediatamente en manos de los municipios, porque sería sobrecargar aún más los deberes de los gobiernos locales.

Los pescadores le llaman a este proyecto de ley la Tercera Fase de la Expropiación del Derecho al Mar, porque bajo la aministración de Michelle Bachelet primero se privatizó el mar y luego, en el actual Gobierno, la propiedad de los recursos marinos a través de la denominada Ley Longueira.

El llamado de Marco Enriquez-Ominami es para mejorar el proyecto del Ejecutivo y revisar las condiciones de las ventas, para así también asegurar retornos económicos a las regiones.