El presidente Vladimir Putin afirmó el martes que, si el Parlamento la aprobara, no vacilaría en promulgar una ley que prohíba la adopción de niños rusos a parejas extranjeras formadas por personas del mismo sexo.

“En lo relativo a las restricciones para que parejas homosexuales adopten niños rusos, no tengo ningún proyecto de ley, no lo he visto, (pero) si el parlamento vota una ley de este tipo, la firmaré”, declaró el mandatario.

La vice primera ministra Olga Golodets había anunciado el sábado la próxima adopción de una serie de enmiendas que especifiquen que las parejas extranjeras que quieran adoptar niños rusos tendrán que ser heterosexuales.

Putin negó por otra parte que los homosexuales rusos sufran de discriminación.

“Gente con todo tipo de preferencias trabaja, hace carrera y la reconocemos (…) en las áreas en las que ejerce. Considero que no hay problemas de este tipo”, afirmó, estimando que tanto los homosexuales como los heterosexuales deberían ser más tolerantes con los otros.

“Si hubiera menos hostilidad (…), sería mejor para todos”, consignó.

Rusia despenalizó la homosexualidad en 1993 y oficialmente la eliminó de la lista de trastornos psiquiátricos en 1999.