Hace poco tiempo un video se hizo popular en las redes sociales, cuando Roman Atwood publicó la denominada “broma más contagiosa del mundo”, en la que se ve como este hombre contagia de bostezos a gente que está a su alrededor, en diversas partes del mundo.

Pero, ¿son realmente contagiosos los bostezos? Y de ser así, ¿por qué? Según el sitio ABC.es lo único claro alrededor de los bostezos es su naturaleza contagiosa, ya sea al ver, escuchar o leer a cerca de este tema, es muy difícil evitarlos. De hecho, un 60% de las personas no puede evitar bostezar de forma imperiosa cuando observan hacerlo a otros.

En este sentido, una de las tantas explicaciones referentes al origen de esta acción se basa en una supuesta “función social y comunicativa, donde los valores sociales responden a necesidades fisiológicas.” Específicamente, esto tendría que ver con la empatía.

De acuerdo a la revista National Geographic “el bostezo es una forma de solidarizarse con las personas que experimentan una sensación, que en este caso, se suele relacionar con estrés, ansiedad, aburrimiento o fatiga.”

Los investigadores Iván Norsica y Elisabetta Papalagi, del Museo de Historia Natural de la Universidad de Pisa, Italia, aseguran que los bostezos incluso serían más contagiosos mientras el vínculo con quien lo realiza es más fuerte. De este modo, compartimos ‘emociones’ con familiares, amigos, conocidos y finalmente con personas que no conocemos.

Otras investigaciones, además, lograron demostrar que aunque los bostezos espontáneos se dan en situaciones relajadas, su contagio es totalmente independiente de esta arista, dándose más entre cercanos y si es que la persona que lo induce se trata de una mujer.

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