Siete personas murieron y otras cinco fueron secuestradas este domingo en Irak, en el escenario de una ola de violencia que se intensificó desde hace unas semanas, según fuentes de seguridad locales.

En los alrededores de Rutba, cerca de la frontera con Siria, hombres armados asesinaron a tres conductores de camiones de nacionalidad siria que acababan de pasar la frontera con Irak, e incendiaron sus camiones, según Imad Amed al Kubaisi, un responsable local.

Según el funcionario, un policía y un civil iraquíes fueron secuestrados en el lugar de los hechos, mientras que otros dos policías y un civil fueron secuestrados en el norte de la ciudad.

En Faluya, a 60 kilómetros al oeste de Bagdad, un oficial del ejército fue asesinado a tiros, así como un policía y un civil en el centro de la ciudad, mientras que en Garma, al este de Faluya, un soldado fue asesinado por un francotirador.

En las últimas semanas, la violencia volvió a aumentar en Irak, lo que hace temer un regreso del conflicto religioso de 2006-2007.

Según la ONU, más de 1.000 personas murieron en ataques en mayo en Irak, el mes más mortífero desde 2008.