Luego de la polémica derrota de este sábado ante Quilmes, dos sedes del Racing de Avellaneda fueron atacadas con bombas molotov que causaron daños materiales pero no dejaron víctimas ni heridos, en medio de las dudas sobre el rendimiento de los albicelestes en el duelo, ya que la derrota perjudicaba también a sus archirrivales, Independiente.

“En la sede central en Avellaneda entraron encapuchados y tiraron bombas. En la sede de la capital argentina los explosivos quemaron una persiana”, informaron a la prensa fuentes del club y de la policía este domingo.

Las críticas al club dirigido por Luis Zubeldía no se hicieron esperar. Incluso, la prensa trasandina ha acusado al elenco de no haber buscado la victoria, como el diario deportivo ‘Olé’, que argumentó que “la Academia pateó por primera vez al arco a los 65 minutos, jugó sin delanteros hasta ese momento y no fue intenso. No hubo ni una tarjeta amarilla en el partido”.

Las dudas radican en que el triunfo de Quilmes dejaba más complicado a los rojos en la pelea por no descender a la Primera B Nacional argentina, especialmente luego del empate sin goles entre Independiente y Estudiantes de este sábado, lo que sumado a la victoria ‘cervecera’ dejó a los archirrivales de la ‘academia’ con un pié en la segunda categoría.