El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió a los protagonistas de los enfrentamientos que se llevan a cabo en Quseir, en el centro de Siria, que no mataran a los civiles y les dejaran abandonar la ciudad, indicó el sábado su portavoz, Martin Nesirky.

Según Nesirky, Ban “pide con insistencia a todas las partes que hagan lo máximo posible para evitar pérdidas de civiles” y recuerda al gobierno sirio que “tiene bajo su responsabilidad la protección de los civiles, incluso de las amenazas que éstos reciben de las milicias”.

El secretario general “pide a los beligerantes que permitan a los civiles que quedaron atrapados abandonar la ciudad”.

Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), miles de civiles todavía están en Quseir, entre los cuales un millar heridos, con una situación sanitaria y médica “muy mala”. La ciudad es blanco de un ataque lanzado el 19 de mayo por el ejército sirio y el Hezbolá libanés.

En momentos en que las grandes potencias intentan organizar una conferencia internacional sobre Siria, Ban “recuerda a todas las partes del conflicto que el mundo las observa y que serán responsabilizadas por todas las atrocidades que se cometieron contra la población civil de Quseir”, concluyó el comunicado de la ONU.

La oposición siria reiteró el sábado sus condiciones para participar en dicha conferencia internacional, entre las cuales figura la salida del presidente Bashar al Asad y “la interrupción inmediata de las operaciones militares de las fuerzas del régimen, del Hezbolá y de Irán”.