La justicia brasileña ordenó el miércoles la excarcelación de los cuatro detenidos por un incendio en una discoteca que dejó 242 muertos a comienzos de año, informó un portavoz del tribunal del estado de Rio Grande do Sul.

La decisión favorece a los dos músicos de la banda que tocaba el día de la tragedia y a los dos socios de la discoteca incendiada, quienes sin embargo seguirán vinculados al proceso por homicidio doloso.

“Los jueces aceptaron un pedido de la defensa y ordenaron la liberación de los cuatro, porque no representan un riesgo para la sociedad ni hay evidencia de que, en libertad, puedan interferir en el juicio”, explicó a la AFP un portavoz del Tribunal de Rio Grande do Sul (sur).

Los cuatro acusados por la fiscalía están detenidos desde hace cuatro meses por su presunta responsabilidad en el incendio de la discoteca Kiss, en la ciudad universitaria de Santa Maria, en Rio Grande do Sul.

El 27 de enero el lugar fue consumido por el fuego que desató una bengala lanzada por el grupo musical Gurizada Fandangueira, según la policía. La mayoría de las víctimas murió a consecuencia de la inhalación de una nube tóxica provocada por el material que recubría el techo de la discoteca.

Los dos miembros de la banda y los dos empresarios, detenidos tras la tragedia, serán juzgados por homicidio doloso después de que la justicia aceptara la acusación de la fiscalía el 3 de abril.

Los familiares de las víctimas rechazaron la decisión de la justicia de excarcelar a los sospechosos.

“No creo más en la justicia de Brasil”, dijo Adherbal Alves, presidente de la Asociación de Familiares de las Víctimas y Sobrevivientes de la Tragedia de Santa María, según declaraciones divulgadas por el sitio G1.

La investigación de la policía concluyó que el incendio fue provocado por una bengala no autorizada para espacios cerrados, y que el material del techo que causó la nube tóxica tampoco era el adecuado para la discoteca.

Además el lugar estaba repleto y la señalización de las salidas era deficiente. La justicia también procesará a dos bomberos acusados de falsificar el permiso de funcionamiento de la discoteca Kiss, y a un ex socio y contable del sitio por falso testimonio.