Tras el bullado fracaso de Windows 8, la gigante del software no está dilapidando esfuerzos en recuperar la confianza de los consumidores, incluso si esto involucra regresar de la muerte a uno de los elementos más icónicos de la informática en los últimos 15 años: el botón de inicio de Windows.

Según la editora de CNet News para temas relacionados a Microsoft, Mary Jo Foley, la actualización que llevará al sistema a su versión 8.1 recuperará no sólo el menú de aplicaciones, sino que también volverá a proveer acceso directo al escritorio del sistema, eliminando la necesidad de pasar por la resistida interfaz cuadriculada Metro.

Conocida como Windows Blue, la primera versión de pruebas del remozado sistema incorporará un botón de inicio con el logo de Windows en la misma ubicación que el actual de Windows 7, sin embargo desaparecerá cuando los usuarios accedan a una aplicación con la nueva interfaz Metro, en un último intento por acostumbrarlos a su ausencia.

Pese a ello, bastará que los usuarios deslicen el puntero del ratón a la esquina inferior izquierda de la pantalla para que este vuelva a aparecer, a fin de que no se sientan perdidos nuevamente.

Otra funcionalidad que Windows 8.1 restablecerá es la llamada Boot-straight-to-desktop, es decir, que tras cargar el sistema el usuario vea de inmediato el escritorio, en vez de la interfaz Metro.

Finalmente, los usuarios podrán usar una misma imagen de fondo para el escritorio y para Metro, en un intento por hacer más estética y menos chocante el cambio entre una y otra visualización.

La primera versión pública de Windows 8.1, o Windows Blue, debería lanzarse el próximo 26 de junio, coincidiendo con el Microsoft Build 2013 Show