El brasileño Tony Kanaan, que el domingo conquistó su primer triunfo en las 500 millas de Indianápolis, reveló que un collar confeccionado por su madre, y frotarse por el cuerpo la medalla de oro olímpica de su amigo Alex Zanardi, fueron los amuletos que le ayudaron a conseguir el triunfo.

Kanaan, que tras 11 incursiones infructuosas en la pista oval de Indianápolis consiguió llevarse el santo grial de las carreras de monoplazas en Estados Unidos, confesó ser “un hombre de amuletos” y tener un ritual de buena suerte antes y después de cada prueba.

“Puede parecer estúpido, pero todo el mundo en esta profesión tiene sus manías”, aseguró el piloto de 38 años, nacido en la ciudad de Salvador, del estado de Bahía.

En una rueda de prensa poco después de su triunfo, Kanaan conmovió a los reporteros con pasajes poco conocidos de su carrera, dentro y fuera de las pistas.

“Hace nueve años, hice una visita a un hospital aquí en Indy (Indianápolis). Cuando llegué, había una chica. Ella tenía 14 años. Acababa de tener un accidente cerebrovascular. Estaba en estado de coma y la iban a operar a la mañana siguiente”, recuerda Kanaan.

“Yo tenía algo que me había dado mi madre. Un collar para protegerme, porque ustedes saben como son las madres. Así que me saco el collar y se lo doy a la madre de la chica y le dije: “No sé si usted cree en estas cosas, pero ésto me lo dio mi madre para que me protegiera. Es un amuleto de vida”, añadió.

Kanaan cuenta que la chica sobrevivió a la operación, y desde entonces mantuvo contacto con ella por correspondencia.

“Hace cuatro días, ella apareció, me dio una carta con un sobre. Abrí la carta. Ahí estaba el collar. Dijo que le había dado suficiente suerte en su vida, se casó, y quería dármelo para que me diera suerte en la carrera”, apuntó el volante brasileño.

“Desde entonces no me separo de él, y creo que me voy a retirar con él colgado al cuello”, manifestó, mostrando a los periodistas un collar de cuentas blancas y amarillas.

La medalla de oro de Zanardi

Otro gesto, que según él, le dio confianza antes de la carrera, fue frotarse la medalla de oro que ganó su amigo Alex Zanardi en los Juegos Paralímpicos de Londres-2012.

“Momentos antes de la carrera, Alex me dio su medalla de oro y la froté por mi pecho y cara. Eso me estimuló, porque sé lo que representa esa medalla para él”, dijo Kanaan.

Zanardi, ex-piloto italiano de Fórmula Uno y dos veces campeón de la Serie CART en Estados Unidos, ganó el oro olímpico en la prueba contrarreloj individual en bicicletas de mano H4, para deportistas con amputaciones que no pueden utilizar las piernas para pedalear.

Once años antes, el 15 de septiembre de 2001, Zanardi sufrió un terrible accidente en el circuito alemán EuroSpeedway en Lausitz, en el que casi muere y perdió las dos piernas por encima de la rodilla.

Como estratega del equio ‘KV Racing Technology’ de Kanaan, Zanardi estuvo guiando al brasileño durante la carrera, a través del micrófono interno, y fue el primero en felicitarlo tras cruzar la meta: “Lo hicimos Tony, lo hiciste. Indy es tuyo por fin”.

El beso al “Brickyard”

Cuando se construyó, en 1909 como circuito de pruebas de la naciente industria automovilística estadounidense, el famoso óvalo de 2.605 millas (4.192 km) de Indianápolis Motor Speedway se recubrió por completo con ladrillos especiales, de ahí derivó su nombre de Brickyard.

Aunque el material del trazado ahora es asfaltado, la última yarda, la que corresponde a la meta, aún mantiene aquellos ladrillos originales, los mismos que besó Kanaan al terminar la carrera.

“Fue un gesto natural, de agradecimiento. Fueron 11 años intentando, dos veces estuve a punto… eso, y beberme la leche (es tradición que el ganador festeje con leche, ndlr), era lo que más quería en la vida”, apuntó.

Kanaan, que arrancó desde el duodécimo puesto de la grilla de partida, se convirtió en el cuarto piloto brasileño que gana esta prueba, después de Emerson Fittipaldi (1989 y 1993), Gil de Ferran (2003) y su amigo Hélio Castroneves (2001, 2002 y 2009).