Sin escatimar edades, desde pasadas las 19:00 horas del viernes el público penquista comenzó a agolparse en las puertas del Teatro Universidad de Concepción, generando el ambiente previo para un show que sorprendería con simpleza y cercanía.
Las expectativas eran altas, o por lo menos era lo que se percibía en los comentarios de los jóvenes, adultos y niños que esperaban en largas filas para ingresar al, por ahora, único recinto de la ciudad apto para conciertos con un sonido aceptable.
Cerca de las 21:00 horas, con un poco de retraso por problemas logísticos, pero con el teatro casi a su máxima capacidad, aparecía en el escenario uno de los mayores exponentes de la música raíz en nuestro País. Con su tradicional carisma y esgrimiendo una sonrisa amena, Nano Stern interpretaba los primeros acordes que daban inicio a un extenso show de melodías meditativas y bien elaboradas.
Si bien el cantautor ya había pisado escenarios penquistas, esta era la primera vez que se presentaba con su banda en este recinto, con cinco músicos multinstrumentistas que, con cello, percusiones, acordeones y flautas traversas le dieron más cuerpo y presencia a canciones como “Azul”, “La Flor Del Cactus” o “Un Gran Regalo”, cada una con su respectiva historia previa, bien contada por el compositor que logró entusiasmar en todo momento a unas mil doscientas personas.
Gerson Guzmán (BBCL)
Un punto que pudo haber sido molesto fue que en varias ocasiones Stern se detuvo a afinar sus guitarras, sin embargo supo salir del paso con buenas dosis de humor secundadas por sus camaradas de melodías, manteniendo al público atento en todo momento, y haciéndolo participar del espectáculo que, más que un concierto, se convirtió en una cita íntima con las composiciones creadas durante casi una década de carrera del melenudo guitarrista.
Uno de los puntos más altos de la noche, fue cuando sonaron algunos clásicos como “Casualidad”, que levantó las voces de los asistentes en un coro extendido a otras canciones como “El Vino Y El Destino” o “Tejequeteteje”.
Gerson Guzmán (BBCL)
La conciencia social es uno de los puntos fuertes de la música que entrega Stern, y en este contexto el compositor también tuvo espacio para hacer un llamado a los estudiantes y para criticar la reciente multa recibida por Barrick en el marco de la construcción del proyecto Pascualama, con la cual ironizó y llamó a seguir luchando por el medio ambiente.
“Les hacen una multa de 16 millones de dólares, que equivale a menos del 0.01 por ciento del presupuesto de construcción, que es como si tuviésemos 10 mil pesos y nos hicieran que pagar 0.001 pesos… Hay que seguir luchando”, indicó.
Gerson Guzmán (BBCL)
De esta forma el público participó constantemente entre canción y canción, las que incluso se llenaron con altas dosis de rock y fusión salidos de su último disco, mostrando así la gran diferencia entre el antiguo trabajo en solitario y las nuevas versiones con su potente banda, formada por músicos como Maggie Rust en Cello o Daniel Rodriguez en Batería.
A eso de las 23:00 horas llegó la hora de la primera despedida, y los penquistas no querían que el momento se acabara, pidiendo el tradicional encore que se extendió por más de media hora e incluyó algunos solos de guitarra clásica e interpretaciones de violín, para completar una extensa presentación que repasó lo mejor de los temas del reciente ganador del Altazor por su disco “Las Torres del Sal”.
Es así como el público se fue satisfecho y conforme, agradeciendo la oportunidad pasar un buen rato entre melodías y, rompiendo con la máscara un tanto fría que en los últimos años se ha apoderado de los penquistas a la hora de recibir a un artista de calidad, como es el caso de Nano Stern.
Ahora el compositor partirá a Temuco para terminar con su mini gira, e iniciar un viaje a Medio Oriente y Europa, que terminará con presentaciones en el Sziget Festival en Budapest, antes de volver a Chile para realizar un concierto a gran Escala en el Teatro Caupolicán.
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