En el Tribunal de Garantía de Quilpué tuvo lugar la presentación de cargos en contra del padre del menor que falleció producto de las graves lesiones que habría sufrido durante un zamarreo, según consta en su declaración.

Noventa días de investigación serán los que deberán determinar la causas de la muerte por las graves lesiones atribuibles a agresión, de que habría sido víctima un menor, período en que su padre, Danilo Yerko González Caballero, de 24 años, deberá cumplir prisión preventiva.

Lo anterior, bajo estrictas medidas de seguridad que garanticen no ser agredido por otros internos, debido al carácter del delito, calificado como Parricido Consumado, dado el alto repudio en la población penal a éste tipo de hechos, según lo solicitó la jueza del Tribunal de Garantía de Quilpué, que presidió su audiencia de formalización.

El menor, nacido el 21 de enero pasado, quedó al cuidado de su padre la mañana de éste viernes, y el imputado, según lo que relató, lo habría dejado en su cama, cayéndose al suelo, golpeándose fuertemente su cabeza, a lo que, agregó, habría entrado en un desesperado llanto, por lo que intentó acallar sus gritos y gemidos.

Seguidamente, con el menor visiblemente afectado por lo sucedido, e inconsciente, se dirigió donde una vecina, alrededor de las 10 de la mañana, para solicitar ayuda y comunicarse con el Servicio de Urgencia del Hospital de Quilpué, mientras González Caballero procedía a su reanimación.

Así lo explicó a la salida de la audiencia la defensora penal pública, Olga Morales, reiterando lo que argumentó en la audiencia, en cuanto a que no habría dolo directo.

Ante ello, señaló en la formalización, no es necesario que el sujeto cumpliese prisión preventiva, a manera de imponerle una pena anticipada, hasta que se recaben todos los detalles de las circunstancias en que se habrían producido las lesiones, las que, según el parte médico del Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, son Hemorragia Intracraneal y retinal, que responden a las secuelas de un zamarreo, también conocido como “Baby Shaken”.

En el domicilio del imputado, se levantó evidencia criminal, correspondiente a una polera que usó durante los hechos, y su teléfono móvil, para determinar la hora exacta de los llamados que habría efectuado al SAMU, entre otras diligencias.

Por parte de Labocar, se cumplieron las pericias para realizar el registro planimétrico y fotográfico del sitio del suceso, a fin de establecer certeza científica acerca de la declaración que prestó a la policía uniformada.

Una vez conocido el caso, se inició un estudio de la situación social de toda la familia, ante la eventualidad de que los hermanos del lactante fuesen afectados por violencia intrafamiliar o alguna conducta de su progenitor que comprometiese su integridad física y psicológica.

Asimismo, el director regional del Sename, Marcelo Platero, adelantó que se estudia la presentación de una querella, expresando su malestar por la reincidencia de éste delito en la región de Valparaíso.

Durante el plazo de la investigación se continuará con la recopilación de los antecedentes que tendientes a probar la tesis del Ministerio Público, a fin de lograr una pena de cárcel por el delito de Parricidio Consumado.