Los militares muertos en una emboscada de guerrilleros del ELN en una zona rural del departamento de Norte de Santander, en el noreste de Colombia y fronterizo con Venezuela, ascendieron a once, informó este jueves el Ejército.

El cuerpo de un nuevo soldado muerto en el ataque -con lo que ascendió a once- fue encontrado en la tarde del jueves tras el registro realizado en el área donde ocurrió el hecho, indicó el comando de la Segunda División del Ejército en un comunicado.

Horas antes, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, había dado cuenta de diez uniformados muertos, al denunciar que los guerrillero “los remataron” con disparos de armas de fuego.

El miércoles, tras el ataque, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y esa división militar habían informado sobre nueve militares muertos, seis heridos y un uniformado desaparecido.

Según indicaron, el ataque contra el grupo de militares fue realizado con con explosivos, en un sector conocido como Caguey, en el caserío Presidente, municipio de Chitagá (Norte de Santander).

El ministro de Defensa condenó el ataque registrado entre la noche del martes y la madrugada del miércoles que perpetraron guerrilleros con artefactos explosivos artesanales y disparos de fusil, según los testimonios de seis sobrevivientes heridos.

Pinzón además confirmó que el cabo del Ejército Fabián Huertas, quien se encuentra desaparecido, fue secuestrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), la segunda guerrilla más importante de Colombia con unos 2.500 combatientes.

“Eso fue lo que se estableció, que ese joven suboficial fue llevado por la estructura terrorista que atacó a estos muchachos. Lo cierto es que está secuestrado. Es muy importante que lo liberen cuanto antes”, señaló el ministro.

El pasado 14 de abril en el departamento de Arauca, también fronterizo con Venezuela, tres militares murieron en un ataque atribuido al ELN, que en los años recientes había enfocado sus ataques especialmente a la industria petrolera.

El grupo rebelde ha expresado voluntad de incorporarse a las conversaciones de paz que desde el pasado año llevan a cabo en Cuba el gobierno de Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), la primera guerrilla en Colombia, con 48 años de lucha armada y 8.000 combatientes.

El presidente colombiano ha condicionado los eventuales diálogos con el ELN a la liberación de un ingeniero canadiense, secuestrado por ese grupo armado desde enero, pero la guerrilla exige que la multinacional Braewal Mining cese sus actividades de minería en una zona del norte del país antes de hacerlo.