La función, a tablero vuelto, coronada por grandes aplausos, destacó por su impecable presentación de la ópera de Richard Wagner con la que se inició la temporada lírica 2013 del Teatro Municipal de Santiago.

Tanto los creadores de esta nueva producción Gabor Ötvös (director musical) y Roberto Oswald (director de escena), como la orquesta, técnicos y elenco de cantantes, colaboraron para lograr un excelente y entretenido montaje, pese a lo extenso de sus tres actos (4 horas y 15 minutos, aproximadamente, más dos intermedios de 1 hora en total).

El argumento de ‘Parsifal’, nos lleva a España, durante la época medieval, en el castillo Montsalvat, en que los caballeros del Santo Grial protegen el cáliz utilizado por Cristo en la Última Cena –que contiene su sangre- y hasta donde llega un joven que sería el ,“necio puro” profetizado por el rey del lugar, Amfortas, por su enorme sentido de la compasión.

Sin embargo el “necio puro” no siente compasión por el dolor del rey –angustiado tras una tentación carnal del demonio Kundry- y es expulsado del lugar al tiempo que el mago Klingsor, quien pretende destruir a los custodios del Santo Grial, ordena al súcubo seducir al inocente revelándole su nombre: Parsifal, lo que despierta en él la indagación sobre sí mismo, el dolor tras separarse de su madre y la compasión ante todos los seres vivos.

Esta ópera se ha definido como Festival o Celebración Sagrada, con un libreto del compositor, basado en diversas fuentes, principalmente del Parsifal de Wolfram von Eschenbach.

Lo principal de esta presentación de la obra wagneriana, fue su puesta en escena y ejecución musical, en que la Orquesta Filarmónica de Santiago, se lució con el excelente trabajo de todos sus instrumentistas.

Otvos y Oswald, ambos artistas con una importante carrera lírica, especialmente premiada por sus incursiones wagnerianas tanto en Chile como en el extranjero, confirmaron su excelente calidad de conductores de la obra, disponiendo además de un elenco de cantantes de gran nivel técnico y artístico.

Entre estos solistas, se llevó las palmas por su interpretación el bajo ruso Dimitry Ivaschenko en el rol de Gurnemanz, un viejo Caballero del Santo Grial y escudero del jefe de ellos. Es un personaje que se constituye en el gran eje argumental de la obra.

El rol del jefe de los Caballeros, Amfortas, estuvo a cargo del barítono estadounidense Greg Baker, que tuvo lucidas solos o arias en los actos primero y tercero.

La pareja de protagonistas, el tenor búlgaro Svetan Michailov, como Parsifal y la mezzo soprano estadounidense Susan Mc Lean, como la enigmática Kundry, tuvieron roles muy exigentes a lo largo de la ópera. La mezzosoprano tuvo algunos solos y dúos de bastante calidad en expresión y color, mientras que el tenor mostró altibajos a lo largo de la obra y no fue muy aplaudido al final.

En otros dos roles cortos, cumplió correctamente con sus cometidos el bajo holandés Harry Peeters, como el malvado mago Klinsor y como Titurel, padre de Anfortas.

En pequeños roles, estuvieron muy seguros y desenvueltos los cantantes nacionale, Evelyn Ramírez, Pamela Flores, Leonardo Navarro, Ricardo Seguel, Daniela Ezquerra, Constanza Domínguez, Marcela González, Paulina González y Constanza Dörr.

Muy buena fue la participación del Coro del Teatro Municipal, dirigido popr el uruguayo Jorge Klastoernick y el Coro de Niños del Colegio Grange, que dirige la profesora Claudia Trujillo.

El equipo escénico es liderado por Roberto Oswald, quien no sólo es el responsable de la régie sino también del diseño de la escenografía –con la colaboración de Christian Prego–, la iluminación y las proyecciones. Aníbal Lápiz, notable diseñador de vestuario, también argentino y estrecho colaborador de Oswald, diseñó todo el ropaje de esta espectacular nueva producción de ‘Parsifal’, título que regresa al escenario del Teatro Municipal de Santiago tras 14 años de su última presentación.

Las demás funciones de Parsifal serán los días: 22 y 28 de mayo / 18:00 hrs. // 25 de mayo / 16:00 hrs.