El estadio Mané Garrincha de Brasilia, que acogerá el juego inaugural de la Copa Confederaciones en junio y siete partidos del Mundial de fútbol de 2014, fue inaugurado oficialmente este sábado por la presidenta brasileña Dilma Rousseff.

Sin público pero acompañada de autoridades y de obreros que trabajaron en el estadio, la mandataria dio el puntapié inicial en este gramado que el próximo 15 de junio acogerá el primer partido de la Confederaciones.

“Siento mucho orgullo de probar la calidad y modernidad de sus instalaciones y el criterio de hacer construcciones sólidas, más sencillas. Y al mismo tiempo bellas”, declaró la mandataria al inaugurar el estadio en una breve ceremonia.

La reforma del estadio tuvo un costo de 1.015 millones de reales, unos 500 millones de dólares al cambio actual, la más cara de los estadios que acogerán la Confederaciones y el Mundial del 2014.

En el mítico Maracaná de Rio de Janeiro, por ejemplo, se invirtieron unos 430 millones de dólares para reformarlo.

El estadio nacional Mané Garrincha, con capacidad para 71.000 espectadores, se abrirá por primera vez al público la tarde de este sábado, cuando acogerá la final del campeonato regional de Brasilia.

El próximo 25 de mayo, por otra parte, el Mané Garrincha será escenario del arranque del campeonato del Brasileirao entre Flamengo y el Santos.

Considerada una prueba general de la Copa del Mundo-2014, la Copa Confederaciones reúne a ocho selecciones y se disputará entre el 15 y el 30 de junio en seis de las 12 sedes mundialistas: Belo Horizonte, Brasilia, Fortaleza, Recife, Rio de Janeiro y Salvador.

El Mané Garrincha es el último estadio de la Copa Confederaciones en ser terminado. Todos los estadios debían estar listos en diciembre de 2012, pero las obras se atrasaron.