Una investigación permitió hallar documentos y herramientas de torturas en instalaciones de los servicios de seguridad en la ciudad siria de Raqa, mostrando que los detenidos en ese lugar eran sometidos a tormentos físicos, anunció el viernes la entidad humanitaria Human Rights Watch (HRW).

“Los documentos, células de aislamiento, salas de interrogatorio y herramientas de torturas que hemos visto en los locales de los servicios de seguridad del gobierno corresponden a las torturas denunciadas por ex detenidos desde el inicio de la revuelta en Siria”, dijo Nadim Houry, funcionario de HRW.

La ciudad de Raqa, en el norte de Siria, cayó en marzo en poder de las fuerzas rebeldes que combaten al gobierno sirio de Bashar al Asad.

Sin embargo, “la destrucción o mala manipulación de documentos disminuyen la posibilidad de que los responsables por estos crímenes graves sean un día llevados a la justicia”, añadió la entidad.

HRW, que denuncia las violaciones a los derechos humanos cometidos por el gobierno y por los rebeldes, pidió a los grupos de oposición que ahora controlan la ciudad de Raqa que protejan las pruebas de torturas y detenciones arbitrarias en las instalaciones de las fuerzas de seguridad.

Entre las herramientas de tortura encontrados se destacaba el “bsat al reeh”, una pieza en formato de crucifijo, “utilizada según los ex detenidos para inmovilizar y luego estirar o retorcer los miembros” de los prisioneros.

De acuerdo con Lama Fakih, una investigadora de HRW que entrevistó numerosos ex detenidos desde el inicio del conflicto, “encontrarse en los locales (de tortura) tornó las denuncias más reales”.

“Sabemos que hay personas que continúan sufriendo estas prácticas”, dijo, para añadir que muchos de los detenidos que dieron testimonio a HRW eran “militantes pacíficos que fueron realmente maltratados”.