Chelsea superó por 2-1 a Benfica en la final de la Europa League, disputada esta tarde en Amsterdam.

Los lisboetas dominaron a sus anchas el encuentro en el comienzo. Toque, rotación, pases al espacio y juego rápido mantuvieron desconcertados a los londinenses desde el minuto inicial.

Remates de Cardozo, Salvio y Gaitán son la muestra de la supremacía portuguesa, que no se refrenda en la red.

Luego de veinticinco minutos iniciales de verdadero acoso sobre la portería inglesa, Chelsea controló el balón y se acercó a la valla lusitana con tiros desde fuera del área de Ramires y Lampard, los que exigieron a fondo al golero Artur.

En el inicio del segundo lapso, Benfica inició apretando sobre el área “blue”, pero el cuadro de Rafa Benítez levantó una marcha el ritmo del cotejo y llegó a la apertura del marcador con una rapida acción que cerró Fernando Torres para el 1-0 (59′).

Los ingleses manejaban el partido, que cambió con el cabezazo de Salvio que dio en la mano de Azpilicueta. Penal que Cardozo cambió por la paridad en el minuto 68.

Chelsea aguantó, repitiendo el libreto de la final de Champions el año pasado ante Bayern Munich. La historia se repitió de forma idéntica. Un cabezazo, allí de Drogba, hoy de Ivanovic, cambió la ruta del cotejo y le permitió alzar el título al cuadro londinense.