En entrevista con Julio César Rodríguez, el psicólogo forense de la Policía de Investigaciones, Gonzalo Torrealba, conversó sobre el caso de Ramón Castillo, más conocido como Antares de la Luz, quien fuera líder de una secta en Colliguay. Al respecto, señaló que este caso permitió abrir muchas brechas para conocer ritos y costumbres de este tipo de grupos.

Torrealba explicó que los líderes de las sectas perciben ciertas falencias por parte de sus seguidores, sobre todo las ligadas a las relaciones interpersonales, y así, les generan un grupo de pertenencia. De esta forma atraen a sus fanáticos, logrando su integración a la comunidad.

El psicólogo agregó que con esto, además, se desmiente el prejuicio de que las personas de bajo estrato socioeconómico son más vulnerables a la sugestión, si no que son los factores personales los que influyen en la manipulación. “Indicadores de situaciones de violencia intrafamiliar, situaciones de violencia escolar u otro tipo de elemento, generan dentro de la dinámica cronológica una imagen de víctimas de alto riesgo”, indicó el entrevistado.

El forense afirmó, además, que los integrantes de la secta no estaban bajo los efectos de las drogas al momento de cometer el sacrifico y posterior muerte del bebé. “Los hechos acontecidos aquel día 23 de noviembre en horas de la noche, no fueron suscitados apropósito del consumo de la ayahuasca”, sentenció.

Revisa la entrevista realizada por Julio César Rodríguez en Podría Ser Peor.