El papa Francisco manifestó este lunes su firme apoyo a las negociaciones de paz en Colombia al recibir en el Vaticano en audiencia privada al presidente de ese país, Juan Manuel Santos, empeñado en un complejo diálogo con la guerrilla marxista de las FARC tras casi medio siglo de conflicto.

Durante el encuentro, celebrado en el estudio privado del Papa en el segundo piso del palacio apostólico y que duró unos quince minutos, los dos dirigentes hablaron también de la necesidad de reconciliación y perdón en un país azotado por años de violencia política, narcotráfico e impunidad.

Se ha hecho “una referencia al proceso de paz en curso y a las víctimas del conflicto, y se ha manifestado el deseo de que las partes implicadas prosigan las negociaciones, animadas por una sincera búsqueda del bien común y de la reconciliación”, indicó en un comunicado oficial el Vaticano.

Santos, que está empeñado desde noviembre del año pasado en hallar una solución política al conflicto colombiano, asistió el domingo a la ceremonia de canonización en la plaza de San Pedro de la primera santa de Colombia, Laura Montoya, ejemplo de “concordia y reconciliación”, como la calificó el pontífice.

“Han sido veinticuatro horas muy importantes para Colombia, para mi gobierno, para mí, como presidente, como persona y para mi familia. Una inyección de optimismo y estímulo”, declaró a la prensa Santos al término de la reunión con el Papa.

“También se ha hablado de la aportación de la Iglesia a la promoción de la ‘cultura del encuentro’ y de sus obras al servicio del progreso humano y espiritual del país, en particular, de los más necesitados y de los jóvenes”, subraya la nota del Vaticano, en una referencia a una posible participación o mediación de la iglesia colombiana.

Papa Francisco reiteró su respaldo a las negociaciones de paz, que se celebran en Cuba, tal como lo hizo el domingo desde la plaza de San Pedro ante los miles de peregrinos que asistieron a la primera ceremonia de canonización de su pontificado.

El primer pontífice latinoamericano invitó a Santos “perseverar en la búsqueda de la paz”, según contó el presidente, en declaraciones dadas desde la célebre Via de la Conciliazione, que conduce a la basílica de San Pedro.

“Me decía el Santo Padre que solamente los valientes insisten en este tipo de objetivos, que pueden ser costosos, pero que valen la pena. Eso me llena a mi de emoción y optimismo y además de energías para continuar buscando la paz en mi país”, dijo.

Como prevé el estricto protocolo del Vaticano para esos casos, a la audiencia no asistió la esposa del presidente, María Clemencia Rodríguez, por tratarse del segundo matrimonio de Santos. Una regla que fue aplicada también durante el pontificado de Benedicto XVI y Juan Pablo II pese a que buena parte de los mandatarios latinoamericanos suelen ser divorciados y se han vuelto a casar.

El presidente colombiano se reunió sucesivamente con el número dos del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone.

“Se han analizado los retos a los que el país se enfrenta, sobre todo por lo que respecta a las desigualdades sociales”, recalca el comunicado vaticano, al abordar uno de los temas que más preocupa al Papa argentino, quien conoce la situación social de todo el continente.

El Papa “nos estimuló para que continuemos con lo que llama el ‘espíritu del encuentro’, los colombianos necesitamos ese ‘espíritu del encuentro’, que los contrarios puedan sentarse a solucionar sus problemas, sus diferencias y buscar objetivos en común”, explicó a la prensa Santos poco antes de partir hacia Colombia.

Durante el tradicional intercambio de regalos Santos le donó al Papa una edición especial de la novela “Cien Años de Soledad”, de Gabriel García Márquez, con un grabado original de los que aparecen en el libro.

“¡Un libro que he disfrutado mucho!”, comentó el papa argentino, conocido lector.

También le regaló una estatua de cerámica de unos 60 centímetros de la Virgen, hecha por artesanos de la región colombiana de Raquira.

Por su parte el Papa le obsequio a Santos las tres medallas del pontificado y entregó personalmente y bendijo un rosario a cada uno de los miembros del séquito formado por unas once personas.

Poco antes de despedirse, el Papa , con un gesto muy personal, le regaló al presidente colombiano el documento sobre la iglesia católica de América Latina con el informe final de la conferencia organizada por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en Aparecida (Brasil) en el 2007, del que es uno de los autores.