Es muy común, cuando las temperaturas comienzan a bajar, ver en las calles penquistas la venta de semillas como el maní confitado o los sobres con almendras, avellanas, pasas y nueces.

Juan Carlos Cruces, quien vende estos productos afuera de la Universidad de Concepción, dijo por qué la gente los consume en esta época del año.

Sin embargo, la directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad de Concepción, Eliana Durán Fernández, se refirió a las supuestas características de estas semillas que combatirían el frío, explicando que solo se trataba de una creencia popular.

Junto con esto, Durán se refirió a la venta de semillas en la vía pública y dijo que al estar en contacto con la luz solar, estos pierden sus propiedades químicas, perdiendo todo tipo de beneficios.

Lo anterior, sumado al desconocimiento de la manipulación de los elementos, provocó que la docente sugiriera a la comunidad adquirirlos en lugares establecidos y sin agregados como azúcar o sal.