La venta de armas en Brasil aumentó un 378% desde 2007 y superó los niveles anteriores a 2003, cuando entró en vigor la Ley sobre Desarme, según un relevamiento elaborado por la policía federal a pedido del cotidiano O Globo y publicado este domingo.

En 2012, el porte de armas fue autorizado para 31.500 personas, un nivel mucho más elevado que los 22.000 que obtuvieron esa licencia en 2003, año del denominado “Estatuto del desarme”.

Los expertos indicaron a Globo que las causas de este aumento son la falta de una campaña contra el armamentismo y el alza de la violencia en las ciudades del país.

Brasil, con 194 millones de habitantes, registra cada año más de 40.000 homicidios, la mayor parte de ellos con armas de fuego, o sea una tasa anual de 23,8 homicidios por 100.000 habitantes, de acuerdo a los datos oficiales.

Tras la entrada en vigor del estatuto de desarme, la venta de armas legales cayó. En 2004, por ejemplo, fueron entregados 5.161 permisos para portar armas, una cifra que permaneció estable hasta 2008, año en que las ventas tuvieron un gran aumento.

Con la nueva ley, el proceso de obtención de armas cuesta 500 dólares. Además, hay que pasar por test psicológicos, cursos de tiro y registrar el arma ante la policía federal y renovar la licencia cada tres años, bajo pena de uno a tres años de prisión.