El Reino Unido decidió retirar “temporalmente” una parte del personal de su embajada en Trípoli debido a temores de seguridad por la reciente crisis política, anunció el viernes el ministerio británico de Relaciones Exteriores.

“Dadas las implicaciones de seguridad de la actual incertidumbre política, la embajada británica retira temporalmente a un pequeño número de personal, principalmente los que trabajan en apoyo de los ministerios afectados por los últimos acontecimientos”, declaró un portavoz del ministerio.

“La embajada sigue abierta como de costumbre, incluiyendo los servicios consulares y de visados”, agregó.

Grupos de milicianos libios asedian desde hace más de 10 días los ministerios de Justicia y de Relaciones Exteriores a pesar de la adopción de la controvertida ley que reclamaban y que excluirá de la vida política a las personas que ocuparon cargos públicos durante el régimen del depuesto Muamar Gadafi.

Los milicianos exigen la dimisión del primer ministro libio, Alí Zeidan, quien anunció el miércoles una remodelación ministerial para tratar de sacar al país de la crisis y evitar un nuevo conflicto.

Preocupada por la tensión y el clima de inseguridad reinante en el país norafricano, la comunidad internacional instó también esta semana a los libios a “cesar las protestas armadas y el recurso a la violencia durante este difícil periodo de transición democrática”.

“Es esencial que las instituciones del país funcionen sin intimidación armada”, afirmaron Estados Unidos Unidos, Francia y Reino Unido, que lideraron la operación militar internacional contra las fuerzas de Gadafi en 2011, en un comunicado conjunto publicado el miércoles en Trípoli.

Las nuevas autoridades libias no lograron formar una policía y un ejército ni contener a las milicias armadas que ejercen la ley en el país, presa de una inseguridad creciente.