Después de tener que disculparse con Argentina por llamar “tuerto” al fallecido presidente argentino Néstor Kirchner y “vieja” a su esposa Cristina, el presidente uruguayo José Mujica tildó de “gorda” esta semana a la exministra de Interior mostrando de nuevo una franqueza que él atribuye a sus años en la clandestinidad.

“Es una gorda macanuda”, dijo Mujica el jueves a una radio local sobre Daisy Tourné, diputada de su misma coalición, el Frente Amplio. “Es una muchacha a la que le tengo mucha simpatía, a veces se toma un par de copas y se le va un poco la marca”, prosiguió.

Fue la respuesta del presidente a unos dichos de Tourné, que en una reunión política aconsejó decirle a Mujica: “Viejo de mierda, te vamos a romper el culo te guste o no”.

En el origen de este enfrentamiento están las discrepancias por un nombramiento.

Este episodio se suma a una lista que llegó a su punto máximo cuando el mes pasado, sin darse cuenta que estaba encendido un micrófono, dijo sobre la presidenta argentina, Cristina Kirchner, “esta vieja es peor que el tuerto”, en referencia a su fallecido esposo.

La frase generó el rechazo de la Cancillería argentina que las consideró “denigrantes”, sin embargo la tensión pasó cuando el presidente pidió “sentidas disculpas” a su par en el Río de la Plata y atribuyó su manera de hablar a los años de la clandestinidad.

“Por muchos años tuvimos que cultivar un decir, un hablar para cuarteles. Había que comunicarse adoptando las formas para sobrevivir. Ese lenguaje está a leguas del discurso público, tiene que ver con las relaciones íntimas, inevitablemente arrastra en sus modismos nuestra propia historieta”, sostuvo el mandatario, de 77 años, al presentar disculpas.

“Reinan entre nosotros los sobrenombres, como rengo, tuerto, mono, etcétera, y también la exageración como contracara” opinó Mujica, refiriéndose a un “lenguaje de resistencia” que “no puede encajar ni encajará jamás con el discurso público que cultivan naturalmente otros”.