“Uruguay se planta por la regulación del cannabis”, decía la bandera con la que miles de uruguayos marcharon el miércoles rumbo al Parlamento, que discutirá este año un proyecto que pretende regular su comercialización, sumándose así a la Marcha Mundial por la legalización de la droga.

Un ambiente distendido y festivo en el que varios de los participantes fumaron marihuana, se pidió por la legalización del autocultivo y la regulación de clubes cannábicos sin fines comerciales.

“Es hora de que dejen de llevar a la gente al narcotráfico, porque eso es lo que hacen al no permitir que plantemos lo que consumimos. Basta de prejuicio, ya fue tratarnos como criminales, solo nos gusta consumir algo natural”, dijo a la AFP Diego Costas, quien marchó junto a la multitud.

La marcha -que se realizó en el mundo días atrás- fue convocada a través de la redes sociales y obtuvo la respuesta de un heterogéneo grupo -principalmente de jóvenes- en lo que habían estudiantes, artesanos, trabajadores de variados sectores y clases sociales.

Música, baile y gorros alegóricos a la planta de cannabis adornaron la fiesta, en la que participaron organizaciones sociales que apoyaron la despenalización del aborto en el país y la ley que legaliza el matrimonio entre homosexuales, aprobadas en los últimos meses en Uruguay.

Actualmente, el consumo de marihuana no está penado en Uruguay y son los jueces quienes determinan cuánto puede tener una persona para consumo propio para no ser castigada penalmente.

En estos momentos una comisión parlamentaria discute sobre un polémico proyecto -impulsado por el presidente uruguayo José Mujica en junio de 2012- que pretende que el Estado asuma el control, la producción y la venta de la droga. La izquierda gobernante espera que se apruebe en el transcurso de este año.

En Uruguay hay unos 20.000 consumidores diarios de marihuana, 75.000 mensuales y alrededor de 120.000 anuales, según los últimos datos obtenidos por la Junta Nacional de Drogas.